El pasado y la vida en la fe

"No recuerden las cosas anteriores Ni consideren las cosas del pasado. 19Yo hago algo nuevo, Ahora acontece; ¿No lo perciben? Aun en los desiertos haré camino Y ríos en los lugares desolados." Isaías 43 18:19

La vida nos pone frente a situaciones en las que tomamos decisiones que no siempre tienen consecuencias que nos llenan de gozo y satisfacción.  Cuántas veces tomamos una decisión financiera errónea?  Cuántas veces decidimos tomar el trabajo que parecía ser el adecuado pero no nos hace felices?  Cuántas veces decidimos aceptar una relación que no era la más adecuada? Cuántas veces dejamos ir a la persona que nos podía hacer feliz?  El resultado es frustración, temor, decepción.    Cómo enfrentamos la consecuencia negativa de una decisión equivocada?

El primer paso es regresar nuestros ojos al Señor e implorar su guía para enfrentar las situaciones con sabiduría, es ahí cuando seremos capaces de reconocer que las decisiones fueron tomadas a la ligera y no volvimos nuestra mirada a El, a nuestro hacedor.   La vida nos ha de dar NOs cuando decidamos tomar decisiones equivocadas, veremos partir el amor de nuestra vida, fracaso en las finanzas, pero la vida en Cristo es nueva, la vida en Cristo es amor, la vida en obediencia y en fe nos invita a ser nuevos.  El pasado de malas decisiones no existe más, el Señor nos renueva y nos invita a seguirle con fe, obediencia y coraje. 

La vida nos dice NO por nuestras malas decisiones pero Jesucristo nos dice SI a un nuevo camino de arrepentimiento, que las decisiones que tomamos sean en su gracia, en obediencia y en amor.    Los NOs de la vida nos causan dolor y tristeza, pero Jesucristo tomo la decepción en la cruz y esa es nuestra esperanza, la gloria después de la cruz.  Porque el Señor nos ofreció un camino en el desierto, luz en la obscuridad.  Que el pasado no nos defina pero nos construya, nos edifique, nos haga seguidores fieles de Jesucristo.   Dios está en el presente y el pasado son las lecciones, las memorias de algo que no volvera y que no podems cambiar.  Que las lágrimas del pasado se inviertan, así la cosecha del presente será fructífera. 

Señor Padre Celestial toma mis errores, mis decisiones a mal tiempo, mi dolor por un NO que cause, tomalos en la cruz y hazme nuevo ser de Dios.  Confiando en tu promesa que me acercan a tí emprendo un camino que me ayudará hacer del pasado una herramienta para construir un nuevo y gozoso presente.