Como un árbol de roble.
Un árbol de roble puede vivir más de 200 años, pueden haber tormentas pero el árbol se mantiene, se hace aún más fuerte. Los seres humanos tenemos una fuerza interior que puede hacer de las tormentas, recursos para que seamos capaces de vencer las batallas, cualquier que estas sean.
Solo el tiempo, puede hacernos descubrir que aquella decepción, aquella enfermedad, aquel gran embrollo son solo situaciones que se asemejan a las tormentas que tiene que vivir el árbol de roble. Los seres humanos tenemos una opción vivir las tormentas, evadirlas o crecer con ellas. El árbol de roble se hace más fuerte con ellas, nosotros los seres humanos también podemos ser más fuertes con esas situaciones que produjeron lágrimas, que produjeron dolor, que produjeron ausencia. Las adversidades son pasajeras pero están hechas para hacernos más fuertes, para enseñarnos que hay un amor grande que supera el dolor, el amor de Dios por sus hijos, el amor de un Dios que nos recordó que hay gloria después de la muerte.
En una semana viste al médico en tres ocasiones, ninguna de gravedad, pero mi corazón impaciente, me hacía preguntar, por qué Dios?, por qué tengo que pasar por todo esto?, cuando hace dos meses empece mi lucha por recuperarme de la enfermedad de Graves y dos condiciones más afectaron mi salud en aquel entonces. El cuerpo se cansa y reacciona nos pide un detente, nos pide un detente para tomar fuerza, para llegar a ser un roble. Al final de la semana, cuando veía que iba mejorando, Dios me dio entendimiento para saber que la enfermedad, la adversidad llegan para que volvamos nuestros ojos a la fuerza interior que nos mueve, para que volvamos los ojos a Nuestro Padre Celestial, que nos dice "descansa en mi". Job 11:19 -Descansarás y nadie te atemorizará, y muchos procurarán tu favor-. Después de la tormenta, llega la calma, después de la calma, el descanso, después del descanso, la fuerza para seguir caminando en la misión de nuestras vidas.
Gracias Padre celestial por las tormentas, que me detienen a pensar en mi misión en tí, en mi camino en tí, gracias porque cuando hay tormentas tu tiendes tu mano y me haces descansar y me animas a vivir la tormenta, pero a saber que la vivo contigo y luchamos en la tormenta juntos, la lucha no es de uno, la lucha no es mía, la lucha es nuestra, la lucha es contigo Jesús.
Felicitaciones Nanita!!, continua con tu blog y escribiendo así. Las experiencias vividas siempre son una enseñanza, que ahora Dios quiere que las compartas para que motive a alguien mas a luchar y creer firmemente en el amor de Dios. En buena hora Nanita, te quiero mucho, Dios te bendiga!
ReplyDeleteAmen, gracias Nanis, porque este Blog es gracias a esas palabras tuyas que me motivaron a dejar mis historias en la mente y corazón de otras personas. Que el Señor nos siga bendiciendo en la distancia pero unidas siempre en la fe.
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